Necesito que alguien me explique por qué tengo que soportar la presencia de tres militares con fusiles en la línea C5 de cercanías de Madrid. Necesito que alguien me explique cómo voy a ir tranquila en un tren en el que hay unos señores con unas armas que yo nunca he visto más que en la televisión. Entiendo que, tras los atentados de Londres, el Gobierno tome medidas al respecto, pero yo no creo que ésta sea la manera de proteger a sus ciudadanos. Llego al trabajo intranquila, pensando que en cualquier momento puede pasar cualquier cosa, y eso no es forma de vida.
No tengo necesidad de ver ningún arma por la calle porque no estamos en guerra. Tampoco los niños deberían ver algo así en un transporte público.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 12 de julio de 2005