Vestidos con camisetas azules, en las que se leía "somos un aporte a la paz", 675 paramilitares (hombres y mujeres) del frente Héroes de los Montes de María entregaron ayer sus armas. El acto se realizó en San Pablo, caserío de Marialabaja, al norte de Colombia. El Ejército informó, por otra parte, de la muerte en combates, en la localidad de Jamundí, 450 kilómetros al suroeste de Bogotá, de al menos 15 guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Entre los paramilitares desmovilizados están Jorge Cadena y Diego Vecino, considerados dos de los más sanguinarios jefes paras. En una finca que administraba Vecino, en San Onofre, se hallaron unos 70 cadáveres en fosas comunes. El frente Héroes de los Montes de María es responsable de al menos 18 masacres entre l997 y 2001. Dos de ellas, en las localidades de El Salado y Chengue, fueron especialmente crueles. Más de 50 personas fueron asesinadas en Salado.
En caso de que los paramilitares de toda Colombia sigan desarmándose a este ritmo, se podría conseguir el desarme total antes de finales de año. La Ley de Justicia y Paz, que da un marco legal a este proceso, será sancionada en los próximos días por el presidente Álvaro Uribe. Con la desmovilización de ayer son ya 12 las estructuras de todos los paramilitares del país, la mayoría de ellos vinculados al narcotráfico, los que ya han abandonado la vía de las armas. El proceso, sin embargo, sigue marcado por muchos interrogantes. A pesar de la exigencia del cese de hostilidades y el abandono de las armas, los paramilitares siguen asesinando, secuestrando...
El Gobierno de Colombia registró más de 400 violaciones a esa exigencia, mientras las organizaciones de defensa de derechos humanos aseguran que superan las 1.000. De los 5.985 paramilitares desmovilizados en todo el país, 45 han sido asesinados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 15 de julio de 2005