Los británicos paralizaron ayer cualquier actividad para guardar dos minutos de silencio, una semana después del 7-J. A ese dolor se unieron los socios de la UE. En la foto, Tony Blair expresa su luto con los trabajadores del número 10 de Downing Street.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 15 de julio de 2005