Un total de 54 personas entre padres, estudiantes, profesores y miembros de la junta directiva de un instituto de Alicante se desplazaron ayer desde Alicante hasta Valencia, en un autobús alquilado, para intentar evitar que la Consejería de Educación elimine uno de los seis grupos de Bachillerato con los que cuenta el centro.
La supresión de uno de los grupos de la rama de Humanidades, prevista por la consejería, obligaría a 30 alumnos del instituto Francisco Figueras Pacheco a desplazarse a otro centro que, según la presidenta de la Asociación de Madres y Padres (Ampa), Carmen Cervantes, se encuentra a varios kilómetros y a dos líneas de autobús de sus casas.
El primer objetivo de la numerosa delegación del Figueras Pacheco era entrevistarse con el consejero, Alejandro Font de Mora, y no lo consiguieron, aunque sí fueron recibidos por un asesor y un técnico de la Administración autonómica. El segundo era hacer entrega de una carta dirigida Font de Mora en la que le piden que mantenga las 30 plazas de Bachillerato dado que, según el Ampa, la reciente reforma y ampliación del centro permite la permanencia "con holgura" de los chavales en el centro.
La presidenta Cervantes niega que detrás de la petición exista un rechazo de los padres al instituto que debería acoger a sus hijos, el Gran Vía, situado al norte de la ciudad de Alicante, en "un barrio obrero como cualquier otro". La oposición, asegura, se debe tanto al desplazamiento físico como al sentimental, ya que la mayoría de los 30 chavales lleva cuatro años en el centro.
La consejería se comprometió a contestar a la solicitud en el plazo de siete días, según el Ampa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 16 de julio de 2005