Todos los pueblos costeros del litoral español celebran la festividad de su patrona, la Virgen del Carmen o "estrella del mar", que debe su nombre a los marineros, ya que antes de la edad de la electrónica dependían de las estrellas para marcar su rumbo en el inmenso océano. De aquí la analogía con la Virgen que les guiaba por las aguas difíciles para llevarles sanos y salvos a cualquier puerto. En muchas localidades españolas -mar adentro- procesionan los pescadores a la Virgen, lo cual constituye un espectáculo digno de admirar; aún es más admirable ver a esos esforzados y duros pescadores encomendarse a su patrona antes de hacerse a la mar, porque todas las noches del año se ven en la ineludible obligación de salir "entre tinieblas" para volver a enfrentarse con los desafíos y avatares que les depara su gran amigo, que les da el sustento a cambio de un alto precio, porque saben cuándo salen pero nunca cuándo vuelven.
Es por tanto el 16 de julio un día muy especial para ellos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 16 de julio de 2005