El concierto de la cantante extremeña Bebe el pasado lunes en el Poble Espanyol de Montjuïc, dentro del Grec, acabó con miles de personas dirigiendo abucheos hacia el escenario y gritando: "¡Manos arriba, esto es un atraco!". Era medianoche y el público protestaba por la brevedad de una actuación que duró 45 minutos y cuyo telonero, El Bicho, tocó durante una hora y media. El enfado fue unánime. La bajada del público a pie hasta la plaza de Espanya se convirtió en una peregrinación de caras largas entre comentarios contra la organización del Grec.
Tan corto fue el concierto que a Bebe no le dio tiempo ni a cantar Malo, el tema que la lanzó a la fama. Mientras duró, fue un gran concierto, en el que la extremeña reinterpretó temas de su disco Pa fuera telarañas y presentó nuevas canciones de acento hip-hopero.
Bebe estuvo divertida cuando, luciendo una peluca rubia, se transformó, dijo, en la hija de George Bush y cantó imitando el acento norteamericano un hilarante homenaje a la silla eléctrica. Pero la fiesta acabó en seco. Parecía la habitual antesala de los bises. Pero nunca llegaron. Minutos antes de que estallara la indignación, y mientras los técnicos ya desmontaban, la propia Bebe salió al escenario y, aunque por falta de micrófono no se la oyó, pareció disculparse.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 20 de julio de 2005