Doce personas murieron y otras 50 resultaron heridas ayer en diversas ciudades de Yemen, durante la segunda jornada de enfrentamientos entre la policía y los manifestantes que protestan contra la decisión, adoptada el pasado martes por el Gobierno, de duplicar el precio del combustible. En total, 22 personas han muerto desde el miércoles.
En la capital, Saná, donde dos miembros de las fuerzas de seguridad fallecieron y 10 manifestantes resultaron heridos, los tanques tuvieron que custodiar el palacio presidencial, edificios gubernamentales e instalaciones petroleras. También se produjeron graves disturbios en otras seis ciudades del país, el más pobre de la península arábiga. En la ciudad de Al Dali, 250 kilómetros al sur de la capital, cuatro personas fallecieron y hubo 10 heridos, mientras que en la localidad sureña de Demneh resultó muerto uno de los civiles que se enfrentaron a la policía. En Al Hadaida hubo tres víctimas mortales y siete heridos, y otros 15 en Ibb, también al sur de Yemen. Dos personas fallecieron en la zona de Taiz, al suroeste del país, entre ellas un niño de nueve años, que observaba los hechos desde un balcón.
El Gobierno de Yemen aseguró que el incremento del precio del fuel se debe a una reestructuración acordada con el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, y que la medida se subsanará con la subida de salarios y la reducción de impuestos. Cuando el aumento se hizo efectivo el pasado miércoles, miles de manifestantes tomaron las calles y se enfrentaron a las fuerzas policiales. Las manifestaciones recuerdan a los violentos disturbios de 1998 contra la subida de precios, que causaron en todo el país más de 50 muertos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 22 de julio de 2005