El Cuerpo Nacional de Policía detuvo ayer en Móstoles a seis personas como supuestas responsables de una red de explotación de mujeres rumanas y armenias. La investigación se inició gracias a una de las meretrices, acogida a la Ley de Testigos Protegidos, que denunció estar siendo víctima de una red de prostitución en un club de alterne de Móstoles.
Los principales responsables son, según fuentes policiales, dos ciudadanos armenios. Hovhannes H. y Arkadi M., ambos de 28 años, contaban con la colaboración de un ciudadano rumano, Mihai Valentín G., de 27 años, encargado de controlar y trasladar a las mujeres desde un piso en Fuenlabrada hasta el club de alterne. Los dueños del prostíbulo de Móstoles, Manuel G. L., de 57, Ramona de la C., de 33, y Francisco Javier R. G., de 40, fueron también detenidos. En el momento de la intervención en el local, la policía encontró a 12 chicas, armenias y rumanas, en situación irregular.
Los cabecillas de la red obligaban a las mujeres a mantener relaciones sexuales con los clientes, no más de 30 minutos. Por cada servicio las prostitutas cobraban 53 euros. Los responsables del club se quedaban con 13 euros. Los armenios obligaban a las chicas a darles el resto y contaban con la colaboración de los dueños del local para conocer el número de servicios que había realizado cada mujer.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 22 de julio de 2005