La fiscal de sala para la Violencia sobre la Mujer, Soledad Cazorla, prometió ayer su cargo en el Tribunal Supremo. Al frente de este cometido de nueva creación, aseguró que luchará para proteger a las víctimas y tratará de evitar las conductas de maltrato. La superfiscal coordinará a los representantes del ministerio público en los más de 430 juzgados contra la violencia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 22 de julio de 2005