Agentes de la Guardia Urbana hallaron ayer el ejemplar de vaca robado de la exposición artística Cow parade. La vaca Lolalight apareció a primera hora de la mañana al lado de un contenedor de basuras en la avenida de Sarrià de Barcelona, a pocas calles del lugar donde estaba expuesta hasta que desapareció el lunes. La vaca es de color rojo y plata, mide 1,60 metros de altura y fue diseñada por el artista Gabriel Ortega.
Las 68 vacas de la Cow parade, esparcidas por las calles de Barcelona desde el pasado 1 de junio según una idea del escultor suizo Pascal Knapp, han sido realizadas y pintadas por artistas locales multidisciplinares. La peculiar exposición ha recorrido ciudades de medio mundo. Son vacas de tamaño natural, fabricadas en fibra de vidrio y poliéster, sobre las que los artistas han desplegado imaginación y originalidad.
Entre los peculiares diseños pintados en sus cuerpos figuran el de Philip Stanton, pintado en alegres colores; el beso de dos amantes pop del diseñador Juste de Nin; el manto dorado de una vaca con abundante cabellera, de Lluís Llongueras, y la realizada por la ilustradora Cristina Moreno. También hay vacas de los diseñadores Antonio Miró, Custo Dalmau y Txell Miras, y una diseñada por el cocinero Ferran Adrià, hasta llegar al total de 68 piezas.
La exposición culminará el día de la Mercè con una subasta cuya recaudación irá destinada a la ONG Infants del Casal del Raval.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 23 de julio de 2005