El alcalde de Benicàssim, Manuel Llorca, anuncia que van a comenzar las obras de remodelación del local de la Asociación de Jubilados y Pensionistas La Garrofera. Según dice, estas obras deben de estar acabadas antes del 15 de noviembre 2005, día en que finaliza el plazo para presentación de facturas en la Consejería de Bienestar Social para recibir la subvención de 60.000 euros prometida. ¿Sólo prometida? O sea, que no existen documentos firmados que avalen y acrediten la existencia de esta subvención. Tan sólo una promesa verbal según leemos en un artículo. Esto es algo nunca visto hasta ahora.
También el presidente de La Garrofera, Luis Cortés Cardona, tuvo una desgraciada actuación al anunciar en el baile celebrado el 16 de julio el comienzo de las obras agregando, que esta remodelación se había conseguido gracias al Ayuntamiento (¿?), la Diputación y la consejería. Estas explicaciones no venían a cuento ni tenían fundamento.Que se sepa, el único capital en estos momentos disponible para dicha obra, es la suma de 210.000 euros que dejó bloqueada a favor de La Garrofera el gobierno anterior, el cual, al ver llegada la famosa moción de censura, temió que nuestra asociación se iba a quedar sin un céntimo de no hacerlo así.
Sobre esta subvención, existe un documento debidamente firmado por el secretario del Ayuntamiento de Benicàssim, el interventor y Francesc Colomer Sánchez, al cual le quedaban pocas fechas como alcalde pero, que no obstante, cumplió con su promesa con estos 210.000 euros y el visado de los planos de remodelación. Al señor Cortés, solo decirle que, como presidente, debe de quedarse al margen de cualquier acto político fuera éste del color que fuera.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 23 de julio de 2005