En el bloque, donde vivimos 28 familias, nos encontramos en los trámites para rehabilitar la fachada y el tejado de nuestras viviendas y cual ha sido mi asombro al constatar que una parte muy importante del presupuesto va destinado al protocolo que exige la retirada y consiguiente manipulación de material contaminante. Es decir las tejavanas y el tejado que tenemos desde hace 30 años contienen amianto (Uralita). Me parece muy acertado por parte de la administración que los trabajadores que tienen que manipular contaminante tengan que cumplir un protocolo restrictivo que asegure su salud.
Pero existe una doble moral. Me explico: las empresas de construcción tienen que cumplir una serie de normativas pero, para los que nos encontramos rodeados de material contaminante no existe ningún tipo de normas. Es más ¿Por qué cuando el amianto fue declarado material peligroso no se nos informó? Creo que por parte de los responsables de Salud y Medio Ambiente hay una falta de sensibilidad, y de rigor evidentes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 23 de julio de 2005