Si se acercan a la playa algorteña de Arrigunaga, de Aizkori, (o a muchas otras), -y así se lo pido al alcalde-, verán que la falta de civismo que les relato es habitual.
Ayer mismo, hacia las 19 h., había unos 15 o 20 coches sobre las aceras y los pasos de cebra justo en el comienzo de la subida de Arrigunaga. Alguna gente es incapaz de moverse diez o quince minutos puesto que muchos de esos coches pertenecen a vecinas (mujeres que acuden solas, en su mayoría) del municipio; tampoco se van a "rebajar" a coger el metro, que queda a 3-4 minutos. Si no hay sitio, que no lleven el coche.
Si, además, el ayuntamiento hace dejadez de su autoridad, miel sobre hojuelas para los insolidarios e insolidarias. Con que la grúa se deje ver, se lleve 3 o 4 coches durante unas cuantas tardes y deje esas pegatinas tan llamativas en el suelo, asunto resuelto por una temporada. No es tanto esfuerzo para los "munis", ¿verdad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 25 de julio de 2005