Se llama Isaac Prada, tiene sólo 22 años y aspira a convertirse en uno de los miembros más jóvenes del equipo Renault. No a los mandos de un bólido, como Fernando Alonso, sino detrás, en la cocina, donde se cuecen los detalles que, hasta ahora, le permiten al asturiano liderar el Mundial. Necesita para eso que su proyecto, un innovador sistema de almacenamiento de energía para los fórmula 1, sea el elegido entre los ocho que hoy concurrirán, en Enstone (Inglaterra), a la edición internacional de la Beca que la consultora Altran, patrocinador tecnológico de Renault F1, convoca entre jóvenes ingenieros de 22 países de todo el mundo. El vencedor será premiado con una estancia de seis meses en los talleres de Renault en Oxford, donde podrá desarrollar su proyecto, junto con los ingenieros de la marca francesa. El afortunado percibirá una beca de 6.500 libras (unos 9.400 euros), alojamiento gratuito y un vehículo Renault.
El proyecto de Isaac competirá hoy con otros siete presentados por otros tantos ingenieros procedentes de Italia, Canadá, Francia, Suecia, India, Alemnia, Suecia y Portugal. De momento, superó el de todos los presentados en España y causó entusiasmo los responsables de Altran en España. La idea de Isaac, estudiante madrileño de quinto de Ingeniería Industrial en la Universidad Pontificia de Comillas, propone un sistema de almacenamiento de energía que permitiría un menor desgaste de los neumáticos, mejor conservación del motor y mayor aceleración a la salida de las curvas. "Este sistema ahorra energía en el frenado de la curva y la utiliza después, a la salida de la misma, lo que da una aceleración extra en esa fase tan importante de la carrera", dice. "Esto dota de aceleración cuando no hay potencia y, cuando la hay, evita el derrapaje y cuida los neumáticos".
Seguidor del Depor por sus orígenes gallegos, Isaac no se interesó por la F-1 hasta que en marzo leyó el anuncio del concurso en un diairo. Su idea fue avalada por su profesor de universidad. La propuesta es innovadora porque hasta ahora solo se aplica al sector espacial. "El sistema plantea retos, pero creo que puede ofrecer más ventajas al sector de la automoción", dice.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 26 de julio de 2005