El ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, aseguró ayer que el anteproyecto de modificación de la Ley Orgánica del Poder Judicial elaborado por el Gobierno no pretende "satisfacer" las reformas estatutarias abiertas en algunas comunidades autónomas, como afirma el PP.
López Aguilar aseguró, tras intervenir en un curso sobre La nueva realidad religiosa en España, en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander, que uno de los objetivos de la reforma es descargar de trabajo al Tribunal Supremo, que seguirá siendo "el superior de todos los órganos de jurisdicción".
"Vamos a ayudar a los Tribunales Superiores de Justicia de las comunidades autónomas, descargando así el Tribunal Supremo, de modo que el conjunto del sistema judicial pueda funcionar de forma más diligente, más fácil, más eficiente, proporcionando una respuesta de mayor calidad y, sobre todo, más rápida porque la lentitud es el principal problema de nuestro sistema judicial", indicó.
Respecto a las críticas del presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, Fernando Ruiz Piñeiro, quien afirmó el domingo que no comprende en qué se basa el optimismo de algunos políticos sobre el final de ETA, López Aguilar aseguró que el Gobierno trabaja "con la guardia muy alta". "No hay ningún optimismo en la lucha contra el terrorismo", recalcó. Esto no significa que el Ejecutivo no mantenga "un mensaje de esperanza, porque es la esperanza de los españoles que el terrorismo no nos acompañará siempre".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 26 de julio de 2005