Las buenas noticias no son noticia. Espero que ésta lo sea. Perdimos la cartera con las tarjetas de crédito, la documentación y 760 euros que acabábamos de cobrar. La encontró un trabajador peruano, un sin papeles. Este dinero, seguro, le habría venido de perlas. En la cartera estaba el número de mi móvil. Llamó. "He encontrado una cartera, con dinero. Pero tengo miedo, no tengo los papeles en regla, puede que falte parte del dinero. Temo que me denuncien". Le tranquilicé, le estaríamos muy agradecidos si nos devolvía la cartera. Estábamos a 60 kilómetros. Establecimos una cita y nos esperó casi una hora. Nos devolvió la cartera. Estaba todo, todo y su honradez. Encima nos agradeció que le diéramos una gratificación.
Seguramente él no leerá esta carta, que sólo pretende ser testimonio de un pequeño hecho que a nosostros, y espero que a todos, nos renueva la confianza en los demás.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 28 de julio de 2005