Corea del Norte rechazó ayer la propuesta estadounidense para resolver la crisis nuclear que enfrenta a los dos países desde 2002, y EE UU hizo lo mismo con la exigencia de Pyongyang de que ponga fin a su política de defensa nuclear de Corea del Sur. Kim Kye-gwan, viceministro de Exteriores y jefe de la delegación norcoreana en las conversaciones multilaterales que comenzaron el pasado martes en Pekín, calificó el plan de "inaceptable", ya que obliga a Pyongyang a dar el primer paso. Además, critica que no incluye suficientes elementos concretos para poner fin a la amenaza nuclear y coexistir en paz.
La propuesta de Washington, presentada en junio de 2004, cuando se produjo la ronda anterior de conversaciones a seis bandas, prevé un plazo transitorio de tres meses durante el cual Corea del Norte congelaría su actividad atómica tras haber prometido su desmantelamiento. Durante este tiempo, los demás países participantes en las conversaciones -China, Rusia, Corea del Sur y Japón-, pero no EE UU, le suministrarían ayuda energética. Después, pero sólo una vez que Pyongyang hubiera desmontado su programa nuclear de forma "completa, verificable e irreversible", vendrían el levantamiento de las sanciones económicas y las garantías de seguridad que reclama el Gobierno de Kim Jong-il.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 28 de julio de 2005