El concejal delegado de Urbanismo del Ayuntamiento de Castellón, Javier Moliner, no quiso ceder ayer a la petición realizada tanto por el PSPV como por el Bloc de aplazar hasta septiembre la aprobación para su exposición pública de las 51 modificaciones del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que finalmente aprobó el PP en solitario. Treinta segundos por modificación fue el tiempo del que dispusieron los concejales de la oposición para estudiar cada una de las más de medio centenar de modificaciones, cuya documentación se presentó media hora antes de que se celebrara el pleno. La oposición acusó al PP no sólo de no dejar tiempo para el estudio de los expedientes, sino de no procurar el consenso ni el diálogo. Así, el debate se convirtió en un cruce de acusaciones sobre el modelo de urbanismo que desarrolla el PP en el Ayuntamiento de Castellón. "Están creando inseguridad entre los ciudadanos ya que con tantas modificaciones no saben el futuro de sus bienes", indicó el portavoz adjunto socialista Miguel Alcalde, quien señaló que "el urbanismo nunca es inocente" y que el PP siempre realiza las modificaciones "con prisas", en referencia al hecho de que los cambios del Plan General se debatieron en el pleno debido a que el PP los incluyó como despacho extraordinario. Por su parte, el portavoz del Bloc, Antoni Porcar, criticó el tiempo de aprobación, a finales de julio, momento en el que la mayoría de la gente inicia sus vacaciones de verano, mientras el plazo de presentación de alegaciones no se detiene.
"Formato reducido"
El responsable del urbanismo castellonense adujo haber entregado la documentación en un "formato reducido" y alegó que el tiempo otorgado había sido suficiente para valorar "la trascendencia" de los cambios. Además, sostuvo que hasta mediados de agosto no se publicará oficialmente el acuerdo adoptado en el pleno y que será a partir de entonces cuando se iniciará el periodo de alegaciones. Aún así, llegó a achacar a los socialistas el no haber leído con detenimiento los dictámenes y argumentó que, en la mayoría de los casos, se trata de corrección de errores. Sin embargo, tal como expuso el socialista, en la documentación entregada se señala que los errores suman un total de 12 de las 51 modificaciones, mientras que el resto son mejoras de normativas o "verdaderas novedades".
Con el debate sobre el momento y la forma de presentación de las modificaciones del Plan General como base, el concejal de Urbanismo no explicó ni hizo referencia alguna a la variación que, con estos cambios, se realiza en los terrenos de la fábrica Azulejos Gómez, de la que era propietaria la familia del actual alcalde, Alberto Fabra. Pese a que el portavoz adjunto socialista hizo dos referencias al desbloqueo para la urbanización de este suelo que se aprobaba, Javier Moliner no expuso razón alguna sobre la conveniencia y oportunidad de aprobar esta modificación. "Es perversa y engañosa", dijo Porcar en referencia a la actitud del PP que el PSPV calificó de "ejemplo de lo que no se debe hacer".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 29 de julio de 2005