En relación con la tala indiscriminada de árboles que se está produciendo a la vez en varias partes de Madrid debido a las obras de la M-30, los vecinos estamos muy indignados por cómo nos está tratando el Ayuntamiento, argumentando con falsedad que los árboles se talan por encontrarse enfermos. Ya es hora de que Madrid entero se despierte, vea realmente cómo con la excusa de la mayoría absoluta que le dio las urnas engaña a los ciudadanos e impone sus criterios, que sólo favorecen a las grandes empresas constructoras.
Este alcalde sigue el desarrollismo salvaje que transformó la ciudad en los años sesenta y setenta del pasado siglo (al más puro estilo Carlos Arias Navarro) y que pasará a la historia como arboricida.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 29 de julio de 2005