A falta de cuatro días para que Vitoria dispare el chupinazo de las fiestas de La Blanca, en la ciudad ya se empieza a vivir el ambiente festivo. Ayer, les tocó el turno a los tradicionales gigantes, que salieron a pasear para desentumecer los músculos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 31 de julio de 2005