Los siete nuevos radares fijos de control de velocidad en vías interiores y de acceso a la ciudad de Barcelona entran hoy en servicio. La instalación de los radares persigue que los conductores tengan un "mensaje claro" de que "hay que cumplir la normativa" y no superar los 50 kilómetros por hora al entrar en la ciudad, según el Ayuntamiento.
Los nuevos radares se han situado en la avenida Diagonal (a la altura de Torre Melina), en la avenida Meridiana (a la altura de Rio de Janeiro), en Via Augusta (después de los túneles de Vallvidrera) y los cuatro restantes, en la Ronda del Mig (dos puntos de control en cada uno de los dos sentidos de circulación, en el túnel de Badal). Los conductores serán advertidos de la presencia de los dispositivos con una señalización vertical que, además, les recordará la necesidad de respetar los límites de velocidad.
El responsable de CiU en el Ayuntamiento de Barcelona, Xavier Trias, reclamó ayer que los siete radares que entrarán en servicio sean muy visibles porque deben prevenir accidentes y no generar multas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 1 de agosto de 2005