Señor Tiana, secretario de Estado de Educación: siendo usted de complexión recia, seco de carnes y enjuto de rostro, y yo manchego, bajo y regordete, y dedicado a mis tareas de profesor de Tecnología, si alguna vez visita mi tierra mire vuestra merced que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas del viento, producen energía eléctrica.
Lo sé porque llevo 10 años enseñándoselo a mis alumnos en esa asignatura que la LOE prácticamente elimina.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 1 de agosto de 2005