La juez de Puertollano (Ciudad Real) ordenó ayer el ingreso en prisión incondicional y sin fianza de Horacio Blanco, el hombre que presuntamente quemó a su esposa, Vanessa R.G., en una calle de este municipio el pasado sábado. La mujer se encuentra en estado critico, con quemaduras en el 61% del cuerpo, internada en la Unidad de Grandes Quemados del Hospital de Getafe (Madrid). Hoy está convocada en Puertollano, al mediodía, una manifestación en protesta contra esta agresión y la violencia machista.
El presunto agresor pasó ayer su primera noche en la prisión de Herrera de la Mancha, en Ciudad Real, acusado de los delitos de asesinato en grado de tentativa y quebrantamiento de condena. El abogado defensor, Santiago Barba, indicó que el detenido se encuentra "en estado de shock y muy arrepentido".
La pareja tiene dos hijos de cuatro y tres años y está en proceso de separación. La familia de Vanessa ha solicitado la tutela provisional de los pequeños.
Vanessa, de 25 años, que tiene tres menos que su presunto agresor, había presentado una denuncia por malos tratos el pasado 8 de junio, tras de lo cual se decretó orden de alejamiento contra Horacio, que éste no cumplió.
"No sabemos por qué la mujer no solicitó la orden de protección. Seguramente porque no sospechó que este sujeto pudiera ser tan peligroso", manifestó ayer la directora del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha, Isabel García Moya.
Los padres de la víctima también habían presentado una denuncia por amenazas, "contra ellos y contra su hija". "Lo único que pido a los jueces es que se pudra en la cárcel", dijo ayer la madre de Vanessa, Josefa García, al referirse a su yerno, informa Efe. La mujer aseguró también que Vanessa comenzó a sufrir malos tratos a partir del nacimiento de su segundo hijo, hace tres años, pero que ella no supo nada de esto hasta que, hace dos meses, uno de los nietos le comunicó que "su papá cogía por el cuello a su mamá".
Uno de los hermanos de Horario, que ayer aguardaban a poder verle a las puertas del juzgado de Puertollano donde prestó declaración, dijo que el hombre había estado en tratamiento psiquiátrico y que él mismo le había denunciado en alguna ocasión "porque no estaba bien".
La familia de Vanessa esperaba ayer en el hospital de Getafe alguna noticia esperanzadora sobre el estado de la víctima que a última hora de la noche permanecía siendo crítico. Estaba sedada, con el 61% del cuerpo quemado, y quemaduras muy graves, que en el 40% que afectan al funcionamiento de órganos vitales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 2 de agosto de 2005