La programación de danza del Grec 2005 pasará a la historia como la más tediosa de la etapa del director Borja Sitjà, quien ha olvidado que los espectáculos de baile son para que el público viva veladas inolvidables, divertidas o de gran interés, y no para que se aburra, se sienta martirizado o incluso se arrepienta de haber comprado las entradas.
Sitjà apuesta desde el principio por la danza contemporánea y, concretamente, por los grupos catalanes, una opción nada discutible; sin embargo, son grupos a los que se tiene ocasión de ver a lo largo del año. También han desaparecido de la programación las actuaciones de compañías de flamenco y de danza clásica, que tanta aceptación tienen en Barcelona.
Los mejores espectáculos han sido Atlas, de Mal Pelo, el grupo que lidera Pep Ramis y María Muñoz -que ofreció Bach, una pieza estrenada el pasado invierno-, y Cosa de hombres, de Lànonima Imperial de Juan Carlos García, que llegó a este Grec después de estrenarse en Girona, Madrid y Bilbao.
Los amantes del baile recordarán el Grec 2005 por una noticia ajena a sus espectáculos: la buena iniciativa que han tenido, para la próxima temporada, el Teatre Nacional de Catalunya, el Teatre Lliure y el Liceo de sacar un abono conjunto para sus respectivas programaciones de danza.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 3 de agosto de 2005