Pedro Santín, concejal del Grupo Municipal Socialista, denunció ayer que el Ayuntamiento de Madrid continúa pagando más de un millón de euros a una empresa privada en concepto de mantenimiento de 122 hectáreas de zonas verdes y de arbolado de la M-30, pese a que éstas -asegura- han desaparecido con las obras y las talas de hasta 6.500 árboles. Por su parte, Federico Sepúlveda, responsable de Patrimonio Verde de la Concejalía de Medio Ambiente, señala que tales zonas "apenas llegan a 50 hectáreas y se hallan en fase de ocupación temporal, por lo que los recursos asignados a esta tarea se han llevado a otras áreas colindantes con la M-30", añade Sepúlveda.
Santín subraya, no obstante, que "el gasto municipal en tal mantenimiento carece de justificación" y exige que se suprima su monto de la suma global que aún percibe la empresa concesionaria (Cespa, de Ferrovial).
Sepúlveda acepta que no ha habido minoración: "No es necesaria, ya que en los mismos pliegos (de contratación) constan las variaciones, y cada mes la concesionaria nos informa de su distribución de personal y recursos".
Sin embargo, el concejal socialista replica: "Las zonas que han perdido su mantenimiento se encuentran en los entornos de la M-30, con bordes y medianas incluidas, y de los puentes de Segovia, Toledo y Praga; también en los márgenes ajardinados del río, en las isletas de los puentes de Vallecas y de Toledo, más en los parques del Matadero, su franja, Arganzuela y la avenida del Manzanares".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 3 de agosto de 2005