Una pequeña capilla en el pueblo de Rosslyn, en las afueras de Edimburgo se está viendo asediada por miles de turistas en busca de rastros de El código Da Vinci, la novela de Dan Brown de la que se han vendido más de diecisiete millones de ejemplares. Según publicó ayer The Times, todos los lugares mencionados en el libro han experimentado un aumento de visitantes, pero ninguno tanto como Edimburgo. El desenlace de la obra tiene lugar en la pequeña capilla de Rosslyn. Según el director de la fundación de ésta, Stuart Beattie, "hace diez años teníamos 9.000 turistas al año. Hace dos años, 38.000. El año pasado, 68.000, y éste, vamos camino de los 100.000. Cuando se estrene la película en mayo, esperamos llegar a 120.000", añadió. -
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 3 de agosto de 2005