Las autoridades canadienses anunciaron ayer que han recuperado las cajas negras del Airbus A-340 que el pasado martes sufrió un espectacular accidente cuando, procedente de París, aterrizó en el aeropuerto internacional de Toronto con 390 personas a bordo, 40 de las cuales resultaron heridas leves. Las autoridades indicaron que las cajas negras están en buen estado y que probablemente podrán utilizar la información que contienen.
La Agencia de la Seguridad de los Transportes de Canadá anunció que va a crear un equipo de unos 25 investigadores para averiguar las causas del accidente. El vicepresidente del aeropuerto canadiense, Brian Lackey, confirmó que el aterrizaje se produjo en condiciones de "extrema tormenta" y que el aeropuerto se encontraba en estado de alerta por el mal tiempo.
El presidente de Air France, Jean-Cyril Spinetta, viajó ayer a Toronto para seguir la investigación. Antes de desplazarse insistió en que el avión despegó en perfectas condiciones y en que no sufrió ningún problema durante el vuelo. Spinetta también felicitó a los miembros de tripulación por su "profesionalidad" al evacuar con rapidez a los pasajeros, razón principal por la que no hubo víctimas mortales, según los expertos. Se trata del primer incidente grave de un Airbus A-340, que realiza vuelos comerciales desde hace 14 años.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 4 de agosto de 2005