"Pocos alicientes nos ofrecía el solar -generoso en sus dimensiones, impreciso en sus formas-. El arquitecto debía ser consciente de que en esta ocasión el diálogo entre lugar y arquitectura iba a quedar reducido, desgraciadamente, a ser tan sólo un monólogo. La forzosa autonomía del edificio se manifiesta en este caso en una arquitectura contenida y compacta", escribe el propio Moneo en el catálogo de la exposición.
MÁS INFORMACIÓN
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 4 de agosto de 2005