La Quincena Musical de San Sebastián inicia hoy un intenso maratón musical de 86 conciertos, consagrado a dos acontecimientos que han inspirado a grandes compositores y coreógrafos: la Segunda Guerra Mundial, sesenta años después de la capitulación, y la publicación de El Quijote, de Cervantes, en su cuarto centenario. Habrá ópera -la versión ideada por Lindsay Kemp de la Madama Butterfly, de Puccini (13, 15 y 17 de agosto) y Fidelio, de Beethoven (3 de septiembre)-, pero también danza, ciclos de música antigua y contemporánea y grandes propuestas sinfónicas.
El certamen, que cuenta con un presupuesto de 2,9 millones de euros, se estrena con una quincena de conciertos gratuitos en distintos rincones de la ciudad y con la representación en el Kursaal (20.00) de D. Q. Pasajero en tránsito, de Rafael Amargo. Es uno de sus primeros guiños a Miguel de Cervantes. El de corte clásico, el que propondrá el Grigorovich Ballet Krasnodar, será más adelante, los días 19 y 20 de agosto en el Kursaal.
Este es uno de los grandes ejes temáticos del festival. El otro, Acordes de Paz y Guerra, arrancará el 22 de agosto con la Orquesta Nacional de España, dirigida por Josep Pons, y el Coro Easo, que interpretarán Un superviviente en Varsovia, de Schönberg y la Sinfonía número 7, Leningrado, de Shostakovich. En días posteriores les tomarán el relevo la Nacional de Rusia, bajo la batuta de Mikhail Pletnev (28), y la Sinfónica de Bilbao con el War Requiem de Britten (30), de la mano de Juanjo Mena. Ya en la clausura, el Orfeón Donostiarra y la Orquesta Sinfónica de Euskadi se volcarán en ese canto a la tiranía que es Fidelio.
Grandes solistas
En todo caso, la 66 edición de la Quincena promete dar mucho más de sí: estrenará diez obras de compositores como Gabriel Erkoreka o Matthew Burtner, ofrecerá interesantes propuestas en sus ciclos de jóvenes intérpretes o música contemporánea, y recibirá al pianista Christian Zacharias, que interpretará junto a la Orquesta de Lausanne (23, 24 y 25 de agosto) los cinco conciertos para piano y orquesta de Beethoven. Es un compositor al que también abordará el violinista Maxim Vengerov junto a la Orquesta Nacional de Rusia (29). Ocurrirá días después de que la Orquesta Sinfónica de Galicia (26) cierre junto a tres corales el recorrido iniciado por la Quincena en 1998 por la obra sinfónica de Mahler. Le toca la pieza más compleja y por eso raramente programada, la Sinfonía número 8, de los mil.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 4 de agosto de 2005