La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) regaló ayer 25 toneladas de frutas y verduras en la Plaza Mayor a cientos de madrileños, alguno de los cuales llegó a hacer cola hasta una hora y media antes del reparto. Los organizadores distribuyeron algunas bolsas con productos valorados en 12 euros. Con esta peculiar forma de protesta querían explicar a los ciudadanos que los campesinos no son responsables de la carestía de los productos hortofrutícolas. "Un agricultor recibe 0,16 euros por un kilo de ciruela amarilla, cuyo precio al consumidor es de 1,49 euros [831% más]", explicaron. La UPA reclama una ley que regule los márgenes comerciales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 5 de agosto de 2005