Sentado o de pie sobre la muleta por haberse roto el tendón de Aquiles. Llorenç Serra Ferrer, el técnico del Betis, deberá reprimir sus impulsos ante uno de los partidos más importantes del club bético, que, por primera vez en sus 98 años, habla de la Champions. El rival: el Mónaco de Didier Deschamps, que llega sin Plasil ni Gerard, lesionados.
El penúltimo día de julio, en un partido entre trabajadores del Betis, cuerpo técnico y periodistas, Serra Ferrer se rompió al chocar contra un fotógrafo y ayer le quitaron cerca de 70 puntos en la zona dañada. Pero al Betis lo que le interesa es encontrar el punto débil monegasco. "Todos los equipos extranjeros tienen una parte por descubrir", argumenta. Y advierte: "Es un conjunto bien estructurado en el que su entrenador imprime a los jugadores ideas competitivas. Pero estoy convencido de que prevalecerán los pequeños detalles".
La que no será pequeña es la afición bética. Joaquín lo explica así: "La Champions significa mucho para esta entidad y su gente. Es un paso muy importante para todos". Y Serra Ferrer insiste: "Es una fiesta a la que nos hemos invitado nosotros mismos. Como la Supercopa, el día 20, ante el Barça. Nos las merecemos por lo que conseguimos el curso pasado". Y, precisamente, Serra Ferrer quiere dar continuidad al juego desplegado entonces: "Tenemos que aprovechar la base del curso anterior. El trabajo físico lo tenemos, pero hay que probar nuestra fuerza interior, nuestro amor propio".
Aunque sí que tiene la nueva equipación, que la presentó ayer por la tarde en público, el Betis no tiene demasiadas caras nuevas: Miguel Ángel (Málaga), Nano (Getafe), Juanlu (Numancia), Xisco (Valencia) y Rivera (Levante). De ellos, el que parece que tendrá más oportunidades de participar es Rivera. "Es un jugador que me agrada mucho por la dinámica que le da al juego y por lo participativo que es", esgrime Serra Ferrer.
En el fortín bético -en la campaña pasada tan sólo perdió ante el Espanyol y la Real Sociedad-, Serra Ferrer espera que el Mónaco, que llega herido al perder en la Liga contra el Auxerre (0-2), no le exaspere demasiado: "Trataré de que los jugadores salgan más que motivados y con los conceptos y criterios más que sabidos....". La vuelta será el día 24 en el Louis II, cuando ya sepan de qué pie cojea cada uno.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 9 de agosto de 2005