La idea de ambientar en el cine una selecta casa rural es de la familia de productores y cineastas belgas Brosens, que pretenden de esta forma atraer a su hotel de Falaen a parejas en busca de fines de semana "románticos".
En el hotel, que se encuentra en un bucólico municipio a 99 kilómetros al sureste de Bruselas, el ambiente, el mobiliario y las distracciones tienen que ver con el
cine y, en particular, con la obra de tres directores: Almodóvar, Pasolini y del japonés Takeshi Kitano.
Todo en Casa Bo está relacionado con la gran pantalla y en las habitaciones respectivas se recrea su ambiente, su carácter, se puede disfrutar del visionado de su obra y escuchar las bandas sonoras.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 9 de agosto de 2005