El juicio sobre el puente de Esparreguera ha estado marcado por una falta: la del proyecto constructivo. La familia de los dos fallecidos ha expresado en voz alta la sospecha de que estos planos nunca existieron. Cierto o incierto, el caso es que los proyectos deben ser guardados en el Ministerio de Fomento, que es el organismo que hizo la obra, y en el Colegio de Ingeniero de Caminos. Los intentos por conseguir estos documentos durante cinco años no han dado resultado.
La acusación particular, formada por la familia y el Ayuntamiento de Esparreguera, ha tratado por todos los medios de que el Ministerio de Fomento colabore en la investigación de las causas del hundimiento: nada de nada de nada.
Hace unos días, el senador de la Entesa del Catalans Jaume Bosch (Iniciativa per Catalunya-Verds) reclamó por la vía parlamentaria al Gobierno central que, de una vez por todas, colabore en el esclarecimiento judicial de los hechos y aporte el proyecto constructivo y los planos de la ampliación del puente hundido sobre la Nacional II.
Ahora la pelota está en el tejado del Gobierno.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 11 de agosto de 2005