Los Mossos d'Esquadra han detenido a tres jóvenes que engañaban a sus víctimas haciéndose pasar por policías. Los tres presuntos delincuentes: un italiano, Angelo B., de 27 años; un croata, Toni O., de 18 años, y una bosnia, Delia S., de 19 años, exhibían placas de policía de juguete a sus víctimas, en su mayoría extranjeros que llegaban a Cataluña por la autopista AP-7, y les explicaban que estaban buscando sustancias estupefacientes.
Con esta excusa tenían acceso al interior de los vehículos, y podían escudriñar bolsos y equipaje. En algunos casos, en el momento de la huida los detenidos agredían a las víctimas, que pasado el desconcierto inicial, advertían que algo no acababa de cuadrar.
A los tres jóvenes se les imputan los delitos de robo con violencia e intimidación, usurpación de funciones públicas, resistencia y desobediencia a los agentes de la autoridad. La investigación ha llevado a la policía autonómica hasta un piso de Santa Coloma de Gramenet, donde los presuntos ladrones guardaban algunos objetos sustraídos a los turistas: cámaras fotográficas, agendas, aparatos electrónicos, joyas y dinero de varios países.
La policía no descarta que la lista se amplíe; a los detenidos se les acusa de nueve robos con violencia. Este tipo de robo, en el que los ladrones simulan ser policías, empezó a advertirse a principios de año, pero con la llegada del verano y el aumento de turistas fue en aumento. Entonces se montó un dispositivo especial, con patrullas de paisano, para detener a los presuntos ladrones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 11 de agosto de 2005