La muerte violenta de una persona en un cuartel de la Guardia Civil ha avivado la demanda de algunos grupos políticos para que este cuerpo deje de tener vínculos con el Ministerio de Defensa y tenga dependencia exclusiva de Interior. Y lo seguirán demandando. Tanto el ministro José Antonio Alonso como el portavoz socialista, Diego López Garrido, rechazaron cualquier relación de los hechos con el carácter militar del instituto armado. "Algún hecho de malos tratos puede darse en la Policía Local, en la Ertzaintza, en la Policía Nacional y nada tiene que ver con el debate sobre la naturaleza de la Guardia Civil", señaló el ministro. Éste había escuchado al diputado del PNV Emilio Olabarría señalar que "la formación militar imprime carácter".
Pero el ministro zanjó el asunto: "No va a haber desmilitarización de la Guardia Civil". Eso sí, el PSOE llevará adelante su programa electoral relativo a la reforma del régimen disciplinario -que depende de Defensa- y la elaboración de un Estatuto orgánico de derechos y obligaciones de los miembros del instituto armado.
En esta comisión algunos portavoces pusieron en duda el carácter democrático de la Guardia Civil, lo que fue replicado de inmediato por el ministro. Éste atribuyó a este cuerpo la misma "evolución democrática" que había experimentado la sociedad. El portavoz del PP, Ignacio Astarloa, reprochó al Gobierno "haber echado leña al fuego prometiendo la desmilitarización de la Guardia Civil en reuniones con asociaciones profesionales"
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 12 de agosto de 2005