El presidente del PSOE y de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, ofició ayer como el primer invitado oficial del nuevo jefe del Gobierno gallego, el socialista Emilio Pérez Touriño, a quien respaldó en su pacto con los nacionalistas del BNG.
Touriño y Chaves subrayaron la coincidencia de intereses entre sus comunidades, en especial respecto a un modelo de financiación autonómica que no quiebre los principios de "equilibrio y solidaridad territorial".
La invitación de Touriño a Chaves, quien no pudo asistir a la toma de posesión del presidente de la Xunta, tenía un claro mensaje político. El líder del PSdeG-PSOE aprovechó la comparecencia conjunta ante la prensa con su colega andaluz para reiterar las ideas que inspirarán lo que ha denominado la "vía gallega" para la reforma del Estado.
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Galicia compartirá con el País Vasco y Cataluña su defensa de una identidad propia dentro de España pero, al mismo tiempo, abogará por la vigencia de los principios constitucionales y por un sistema de financiación autonómica que garantice la "igualdad de todos los ciudadanos en el acceso a los servicios básicos".
Touriño subrayó que Galicia y Andalucía, al ser comunidades con una renta inferior a la media española, deben coincidir en la defensa de la "cohesión y el reequilibrio territorial". Chaves lo expresó con mayor rotundidad: "Cualesquiera que sean las peculiaridades o los hechos diferenciales, eso no puede dar lugar a ningún tipo de desigualdad o de privilegio de unas comunidades respecto a otras".
El presidente andaluz aseguró que no tiene ninguna clase de recelo ante la coalición entre PSdeG y BNG: "La presencia de nacionalistas en el Gobierno no tiene por qué ser ningún motivo de inquietud. Yo también he gobernado con los nacionalistas andaluces y el resultado fue positivo para mí y para mi partido".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 12 de agosto de 2005