El ministro de Asuntos Exteriores de Sri Lanka, Lakshman Kadirgamar, fue asesinado ayer en el jardín de su residencia en Colombo por un francotirador que le disparó en la cabeza desde larga distancia. Kadirgamar, de 73 años, llegó a ser operado de urgencia en el Hospital Nacional de la capital esrilanquesa, pero no pudo ser salvado. El secretario general de la ONU, Kofi Annan, condenó el crimen y lo calificó de "acto criminal y sin sentido".
Kadirgamer, de etnia tamil y abogado de profesión, fue nombrado en abril de 2004 ministro de Asuntos Exteriores y estaba considerado como un político cercano a la presidenta Champika Kumaratunga. El ministro se oponía frontalmente a cualquier negociación con la guerrilla de los Tigres de Liberación de la Patria Tamil (LTTE), e incluso había promovido una campaña internacional contra los guerrilleros para que éstos fueran considerados como simples terroristas.
Todas las sospechas de la policía apuntan a los tigres como responsables del asesinato y, si esto se confirma, la tregua que el grupo guerrillero y el Ejecutivo de Kumaratunga mantienen desde febrero de 2002 podría romperse definitivamente. El alto el fuego ya de por sí era bastante débil antes de este suceso, ya que los tigres y el Gobierno se acusan mutuamente y casi a diario de violar sus compromisos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 13 de agosto de 2005