Miguel Fuentes (San Sebastián, 1964) vive su primera Semana Grande como presidente de la Real Sociedad.
Pregunta. Dicen que tiene cara de formal, más de fuegos artificiales y helado que de dar botes en un concierto.
Respuesta. (Risas) Cierto. No soy muy aficionado a pegar botes. Suelo disfrutar de las fiestas sobre todo con la familia. Tengo dos hijas, de 8 y 12 años, y el plan de los fuegos y el helado les gusta mucho.
P. ¿Los jugadores de la Real tienen permiso para salir por la noche estos días?
R. Eso es un tema del entrenador. No estamos en época de competición, pero sí que tienen un par de partidos. Supongo que una vueltita ya darán por ahí.
P. ¿Cómo recuerda las semanas grandes de su época de futbolista?
R. Cuando todo el mundo está de fiesta es cuando más trabajas. Entrenas y llegas tan cansado, que a mí al menos no me apetecía mucho salir. A lo sumo, tomar algo tranquilo.
P. ¿Su hija mayor le ha pedido ya permiso para salir con las amigas?
R. Sí, y ha dicho que esta semana no nos movemos de San Sebastián.
P. ¿Y cómo lo lleva usted?
R. Bueno, es normal, una evolución, y espero que no compre el periódico; si no, luego no podré defenderme. Le apetece estar con sus amigas, empezar a tener su independencia. Como padre, supongo que lo iré llevando mal, como todos.
P. El botellón está a la orden del día entre los adolescentes. ¿Cómo lo ve?
R. Me da mucha pena. Todos hemos sido jóvenes, hemos salido y, en momentos determinados, hemos bebido algo, pero lo del botellón, parece que la gente está bebiendo por beber.
P. ¿Qué tal canta?
R. Mal.
P. ¿Cómo vivió entonces en 2002 lo de entonar el Artillero dale fuego?
R. Mal por cantar y bien porque nos llamaron a unos cuantos ex jugadores y que se acuerden de tí y puedas participar en el arranque de las fiestas es bonito.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 17 de agosto de 2005