Las negociaciones entre el Ministerio de Fomento y Abertis, principal concesionaria catalana de autopistas, ya han dado una primera redacción: incluye una inversión de Abertis de 500 millones de euros para ampliar a tres carriles los tramos que no lo tengan aún entre Tarragona y Francia y la supresión de los peajes centrales. También se incluye, como hipótesis, una prórroga del plazo de la concesión.
El pacto tiene, en estos momentos, el visto bueno del Ministerio de Fomento y cuenta también con el beneplácito del Gobierno catalán, que ha participado en las conversaciones a través del Departamento de Política Territorial. Falta, sin embargo, que sea asumido por el Ministerio de Hacienda.
El borrador de convenio satisface especialmente las demandas de la izquierda catalana ya que supone que la inversión corre exclusivamente a cargo de Abertis sin, en principio, contrapartidas para el usuario ni para el erario público. No obstante, Abertis ha puesto el acento en que, por principio, no puede renunciar a algún tipo de compensación si la ampliación no permitiera cubrir la inversión necesaria.
Los datos con los que trabajan ambas partes señalan que la construcción del tercer carril en la zona de Tarragona y cerca de la frontera francesa se traducirá en un incremento del tráfico. Ese incremento, por sí solo, debiera ser suficiente para sufragar la inversión realizada por la concesionaria. Pero se ha incluido una cláusula de salvaguarda: si en 2021, año en el que expira la concesión, la inversión no hubiera sido amortizada por el incremento de tráfico registrado, la empresa será compensada con una fórmula que se decidirá en su momento.
Caben varias posibilidades. Una, que el Gobierno decida entonces abonar la diferencia. Dos: que se produzca una prórroga en la concesión por un tiempo proporcional a la inversión no amortizada. Esto abre las posibilidades a que la empresa asuma la inversión sin que suponga ceder en los derechos de los accionistas.
Abertis ya ha incluido la previsión de los 500 millones de euros en sus inversiones inmediatas, a la espera de firmar el convenio preceptivo con el titular de la autopista: el Ministerio de Fomento. La empresa aprobó destinar esa cantidad a la ampliación de carriles y al cambio de barreras de pago el pasado mes de abril.
El efecto más importante sobre el tráfico es, desde luego, la ampliación de carriles, pero teniendo un efecto menor, no deja de ser importante también el cambio en el sistema de barreras de peaje. Ahora, un conductor que viaje de Barcelona a Valencia tiene que parar en Martorell, El Vendrell, Tarragona y L'Hospitalet de l'Infant. En las tres primeras barreras paga y en la última coge un ticket y paga en el momento de la salida. Con el cambio, ese mismo conductor tomará el ticket en Martorell y pagará a la salida. Queda un fleco: el peaje de Mollet, cuyo futuro aún no está definitivamente perfilado.
Abertis declinó ayer comentar el convenio negociado con el Gobierno central. Un portavoz de la empresa se limitó a reiterar la "voluntad de diálogo" y aseguró que cualquier tipo de acuerdo debe ser anunciado por el Ejecutivo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 18 de agosto de 2005