Unas 350 bombas caseras de baja intensidad, distribuidas por todo Bangladesh, explotaron ayer de forma casi simultánea y dejaron al menos dos muertos y un centenar de heridos. Un niño de 10 años murió al recoger un artefacto en Salva, al centro del país, y un ciclista falleció en un hospital en el noroeste de Bangladesh. Las bombas fueron activadas a distancia entre las 10.30 y 11.30 -las 6.30 y 7.30 en la península- en lugares de mucha afluencia y frente a edificios oficiales.
En un hospital de Dhaka, la capital, la policía interrogó a un sospechoso que fue herido supuestamente al explotar la bomba que transportaba y un total de 45 personas habían sido arrestadas a última hora de la tarde.
En todos los lugares de las explosiones, las autoridades, que declararon el estado de emergencia, encontraron folletos del grupo islamista radical Yamaat Ul Mujahidín (Asamblea de los santos guerreros). La organización fue prohibida en febrero por el Gobierno de Khaleda Zia, formado por cuatro partidos, dos de ellos islamistas. Los panfletos indican que "es hora de que entre en vigor la ley islámica en Bangladesh". "También es un aviso a Blair y a Bush. Si no se retiran de los países musulmanes se enfrentarán a la insurgencia musulmana".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 18 de agosto de 2005