El estudio del Instituto de la Juventud difundido por el Ministerio de Trabajo refleja toda una serie de datos curiosos.
Según la encuesta realizada seis de cada diez encuestados se declara creyente, pero dos de cada tres muestra escaso interés por la religión.
El 40% de los mismos desea trabajar en una ONG, aunque en la práctica sólo lo hace un 3%.
Tres de cada cuatro jóvenes consideran que viven de una manera hostil y competitiva, a pesar de que el 70% de ellos afirma sentirse satisfecho con su vida.
Valoran mucho la responsabilidad, pero no tanto la disposición a trabajar duro o la perseverancia.
Y uno de los rasgos de la personalidad que más destacan es el primar las relaciones humanas y personales sobre las meramente tecnológicas, aunque bastantes de ellos se pasan mucho tiempo enganchados al móvil y a Internet.
En mi opinión, lo que refleja este estudio es la incoherencia de buena parte de nuestra juventud y que algo falla en nuestro sistema educativo. El fracaso escolar no sólo se refleja en los aspectos académicos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 18 de agosto de 2005