El tercer y último encierro de las fiestas patronales de Leganés terminó ayer con tres heridos leves y, por primera vez en los festejos de este año, sin altercados entre los asistentes a la suelta de reses.
Dos de los heridos, sendos jóvenes de Leganés, fueron atendidos en la enfermería de la plaza de toros de heridas y erosiones en rodillas y brazos. El tercero de los contusionados es un hombre de origen francés, que fue atendido por los médicos de la plaza de una rotura fibrilar.
La carrera, que apenas duró dos minutos, fue seguida por unas 2.000 personas, que se situaron a lo largo del recorrido del encierro. Luego, más de 4.000 asistentes se reunieron en la plaza de toros de La Cubierta para ver la suelta de reses.
El alcalde de Leganés, José Luis Pérez Ráez, resaltó la ausencia de incidencias y pidió para el año que viene unos encierros "más animados y mucho más participativos". Y puntualizó: "Estos festejos son manifiestamente mejorables".
La plaza de toros de la localidad es pública, pero está gestionada por una empresa privada, encargada de organizar los encierros. Muchos de los participantes han protestado por el precio de la entrada (cinco euros) y por la escasa calidad de los festejos taurinos posteriores a los encierros.
Las fiestas de Leganés dan el relevo a las de San Sebastián de los Reyes, municipio conocido como la Pamplona Chica por sus encierros. La localidad del norte celebrará su semana grande del 25 al 31 de agosto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 19 de agosto de 2005