Suele ser habitual, que cuando uno es nuevo en un trabajo, sea el ultimo en elegir el periodo en que disfrutará de sus vacaciones, por cuestiones de antigüedad. En ciertos trabajos además, hay que tragar con horripilantes turnos en fechas señaladas. En política también ocurre esto. Añadimos así nuestro granito de arena en demostrar que no hay superhéroes gobernando nuestro municipio y que hay que bajar de los pedestales, en algunos casos autoerigidos, a los gobernantes.
Nos encontramos a mitad de agosto y gran parte de aquellos/as concejales que más tiempo llevan calentando el sillón, han llegado a la conclusión de que currar es pesado y si hace calor más aún. Así que han dejado el aire acondicionado del despacho apagado y se han ido de vacaciones. Claro, uno podría pensar que no hay mucho trabajo que hacer en el ayuntamiento, total dinero para presupuestar no queda precisamente mucho. Así que se ha decidido repartir los cuatro duros que quedaban al tun tun y a vivir.
El problema es, que precisamente a mitad de agosto y al contrario que con el dinero de las arcas municipales; problemas y trabajo no faltan. Nos encontramos con temas pospuestos que por falta de quorum (que en política es la forma de decir falta de personal en gobierno y oposición) no salen adelante: subvenciones a asociaciones, analítica de aguas en playas, valoración de temas relacionados con el FIB, un casal jove cerrado por falta de personal, y promesas variadas sobre cierres de locales. Total, pensaran desde la playa o la montaña, si los vecinos llevan quejándose veinte años, que más les dará esperar otro mes.
Y esto viene repitiéndose todos los veranos, al igual que hizo TVE durante muchos años, Benicàssim repone una y otra vez su particular visión de Verano Azul..
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 20 de agosto de 2005