Más de 30 incendios de grandes proporciones continuaban ayer devastando zonas de Portugal. Uno de ellos llegó a los barrios periféricos de la ciudad de Coimbra. Unos 3.000 bomberos luchaban sobre el terreno, apoyados por 860 vehículos, 38 medios aéreos y 600 militares. Este año ya van quemadas más de 130.000 hectáreas. El primer ministro, José Sócrates, visitó Coimbra y prometió atacar las causas de tanto desastre.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 23 de agosto de 2005