Hace seis años el actor cómico y guionista Rob Schneider (San Francisco, California, 1963) se inventó a Deuce Bigalow, un modesto empleado de limpieza de un acuario convertido de la noche a la mañana en un cotizado seductor por uno de esos equívocos típicos de las comedias para adolescentes marca Hollywood. Gigoló, la película sobre este superdotado sexual, al que encarnó el propio Schneider, tuvo un considerable éxito de taquilla (más de 80 millones de euros) y le abrió las puertas a protagonizar otras producciones, como Estoy hecho un animal y Este cuerpo no es el mío.
Ahora regresa al papel que le catapultó con una nueva entrega de las aventuras de Deuce Bigalow, esta vez en Europa. La acción del filme sucede en Amsterdam (Holanda), aunque las escenas del principio, situadas en Malibú, se recrearon durante el rodaje, el verano pasado, en la costa malagueña. Ayer, Rob Schneider promocionó Deuce Bigalow, gigoló europeo -que se estrena el próximo viernes- en Barcelona, ciudad donde pasa unos días acompañado por su única hija, de 16 años.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 23 de agosto de 2005