La aprobación del decreto de emergencia por la sequía está prevista para el próximo 13 de septiembre, salvo que aparezcan las lluvias en las cabeceras de los ríos y permitan acumular agua en los pantanos. Las últimas lluvias, pese a su abundancia, han caído donde no resultan efectivas con vistas a la acumulación. La emergencia supone que los distribuidores de agua (municipios o concesionarias) recibirán un tope de agua en función del plan que hayan elaborado con los consumos medios y sus propias fuentes (pozos y acuíferos). La entrada en vigor de las medidas que restringirán el consumo doméstico e industrial se producirá a principios de noviembre.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 24 de agosto de 2005