El poderoso sindicato alemán IG Metall se opuso ayer a posibles cierres de fábricas de Volkswagen (VW) en Europa después de que su presidente, Bernd Pischetsrieder, aludiera indirectamente a esta posibilidad. "El cierre de plantas de la Volkswagen AG no se cuestiona para IG Metall bajo ninguna circunstancia", advirtió ayer en Hannover el jefe del sindicato del metal en el Estado federado de Baja Sajonia, Hartmut Meine.
Meine respondía así a consideraciones que el miércoles había hecho el presidente del grupo Volkswagen en una conferencia de analistas en Londres. "Si no estamos en condiciones de exportar a Estados Unidos con beneficios, por ejemplo, el Passat que se fabrica en la planta de Emden, no tendrá futuro a largo plazo su producción en Europa", declaró Pischetsrieder, para aclarar que no se trata específicamente del Passat y de Emden, sino en general de la producción en Europa para la exportación en Estados Unidos.
Pischetsrieder señaló también la necesidad de adelantar el objetivo de reducir los costes de personal en 2.000 millones de euros, que la empresa preveía para 2011.
El sindicalista Meine recordó ayer al jefe de Volkswagen que un cierre de plantas atentaría contra el convenio colectivo firmado el pasado otoño, que garantiza la actual plantilla hasta el año 2011. El sindicato y el comité de empresa son conscientes de la necesidad de recortar costes, aseguró Meine, pero no en el apartado de personal.
Volkswagen presentó en julio un plan de ahorro que propone mejorar el resultado bruto del grupo en 4.000 millones de euros hasta el año 2008. El mercado estadounidense es, por las bajas ventas a causa, en parte, de la cotización del dólar, uno de los mayores problemas de Volkswagen.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 26 de agosto de 2005