La primera Junta de Portavoces del Congreso de los Diputados se encontrará encima de la mesa a la vuelta del verano con una votación importante: la petición de Izquierda Verde (IU-ICV) y el Grupo Mixto para que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, comparezca en un pleno ordinario para explicar "la presencia de tropas españolas en Afganistán y la muerte de 17 soldados españoles en el citado país", según se recoge en el texto.
La Diputación Permanente rechazó el miércoles la comparecencia urgente del presidente, que pedía el PP con el apoyo de Izquierda Verde (IU-ICV). Pero este último grupo no se da por vencido. Molesto por verse obligado a votar con el PP, Gaspar Llamazares pidió a los socialistas un gesto, un compromiso de que Zapatero comparecerá en periodo ordinario para explicar la presencia de las tropas españolas en Afganistán y, sobre todo, para votar una resolución. Esta última parte es la que más interesa a Izquierda Verde, deseosa de que su posición diferenciada del Gobierno en un asunto muy sensible en su caladero de votos quede bien reflejada con una votación.
El Grupo Mixto, liderado en esta cuestión por el Bloque Nacionalista Galego (BNG), también ha pedido esta comparecencia. De hecho, Izquierda Verde y el Grupo Mixto fueron los únicos que votaron en contra del envío de tropas el 6 de julio de 2004, cuando, por primera y única vez, se trató en un pleno con la intervención del presidente del Gobierno. La propuesta recibió entonces 302 votos a favor y 10 en contra, precisamente los que corresponden al Mixto (5) y a Izquierda Verde (5).
El asunto de la participación de las tropas españolas en una operación liderada por EE UU y que obedece claramente a la política exterior de la Administración Bush abre heridas en la izquierda. De hecho, el diputado adscrito al Grupo Socialista Francisco Garrido, líder de Los Verdes, se desmarcó ayer de la disciplina de su grupo y reclamó también que el Congreso celebre un pleno para debatir la continuidad de las tropas en Afganistán. Para Garrido, la autorización dada en el pleno del 6 de julio de 2004 "ha expirado" y "no hay razones para continuar allí sirviendo a los intereses geoestratégicos de EE UU". Garrido aseguró a la agencia Efe que "España no tiene que hacerse perdonar ante EE UU por la retirada de Irak" y añadió que "la política española de la alianza de civilizaciones no puede realizarse haciendo de logista menor de la ocupación norteamericana".
Mientras, el portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, insistió en cuestionar que el siniestro del helicóptero que costó la vida a 17 militares fuera un accidente, ya que, según explicó, el segundo aparato Cougar tuvo que hacer una maniobra de evasión que se realiza "exclusivamente" en caso de ataque y "cuando existe un riesgo muy claro". En declaraciones a la Cadena Cope, Zaplana recordó que "hay testimonios" que apuntan al ataque, pero "otra cosa es que después les hayan mandado callar" por el "apagón informativo" del Gobierno.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 26 de agosto de 2005