Cinco personas han muerto y siete han resultado heridas graves este fin de semana en las carreteras catalanas, de modo que ha habido 43 víctimas mortales durante este mes, 12 más que en el mismo periodo de 2004, según informa el Servicio Catalán de Tráfico. Los accidentes se produjeron en Torroella de Fluvià (Alt Empordà), Manresa (Bages) y Calonge (Baix Empordà).
El primer accidente se produjo alrededor de las diez de la noche del pasado sábado en la carretera C-16, a su paso por Sant Fruitós de Bages. Un vehículo se salió de la carretera, por causas desconocidas, y murieron dos personas, Antonio Manuel J. M. y Anna A. M., ambos de 33 años y vecinos de Balsareny (Bages). Los otros tres ocupantes del coche, tres menores de 8, 12 y 14 años, resultaron heridos de gravedad.
El segundo siniestro se registró cerca de la medianoche también del sábado en la C-31, a la altura de la localidad de Torroella de Fluvià, cuando dos vehículos chocaron frontalmente y fallecieron dos personas: Azziz B. y Mohamed A., ambos de 24 años y vecinos de Figueres (Alt Empordà), dos de los tres ocupantes de uno de los turismos. El conductor, Abdelkader C., de 27 años, resultó herido grave. Las personas que viajaban en el otro vehículo siniestrado, un matrimonio y sus dos hijos, sufrieron heridas de gravedad y fueron trasladadas al hospital de Figueres.
La quinta víctima murió ayer por la mañana, cuando el coche en el que viajaba chocó frontalmente con otro en la carretera C-31 en Calonge. El conductor, de 36 años murió en el acto.
El total de accidentes mortales este verano en las carreteras catalanas se eleva a 84; es decir, 6 más que el año pasado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 29 de agosto de 2005