Cinco jóvenes se encontraban retenidos ayer en dependencias policiales de Astorga (León) declarando en relación con el asesinato de Celia Victoria F. S., de 17 años, el pasado viernes. Algunos de los interrogados eran amigos de la víctima, y los otros, conocidos. Uno de ellos es el joven con quien Celia compartía piso en Astorga desde hacía dos días y que comunicó el viernes a la policía la tardanza de su amiga en llegar a casa tras una noche de copas.
Este joven, que según sus declaraciones permaneció con ella hasta las cuatro de la madrugada, reconoció ante la policía el cadáver, muy desfigurado por los múltiples traumatismos craneoencefálicos causados con un objeto contundente, quizá una piedra.
La madre de la joven, María Victoria Silva, aseguró que su hija había sido amenazada por un chico con el que salía antes. Se desconoce si es uno de los interrogados.
Según los resultados de la autopsia, practicada en Ponferrada, la joven no fue víctima de abusos sexuales, pero tenía fuertes contusiones en todo el cuerpo. El cadáver fue hallado boca abajo en un charco de sangre en un descampado en las afueras de Astorga, adonde los jóvenes suelen acudir en sus vehículos de noche. La policía analiza las huellas de un coche, que pudo haber aparcado junto al cadáver, y restos que también podrían arrojar luz sobre el asesinato.
A las cinco de la tarde de ayer fue enterrada en La Bañeza, a unos 20 kilómetros de Astorga. Asistieron numerosos jóvenes de la comarca.
Las investigaciones se ciñen al entorno de la víctima. La declaración de una amiga íntima condujo al arresto de dos de los cinco retenidos. Éstos, de poco más de 20 años, son conocidos por haber participado en peleas callejeras.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 29 de agosto de 2005